Tarta pink velvet para San Valentín

Por finnnnnnn!!! He vueltoooooooo!!! Esta entrada se está publicando mientras me examino de la asignatura que me ha tenido aislada del mundo todo este tiempo de ausencia reposteril. Así que por favor os pido, mientras me leéis, concetráos y madadme todos vuestros poderes mentales para que ahora mismo esté contestando con soltura el test del exámen y no echando una quiniela.

Antes de nada, debo confesar que yo no celebro San Valentín. Pero qué queréis que os diga, si celebrar San Valentín supone catar esta tarta, pues mira oye, se celebra.

Así que, ya sea porque tienes pareja, porque no la tienes, porque quieres chinchar a tu ex, porque la vida es maravillosa, porque es jueves, o porque le has puesto la funda al nórdico a la primera, sea por lo que sea, búscate una excusa! pero prueba esta deliciosa y preciosa tarta! Así que vamos con la receta, que es la "versión pink" del red velvet del libro de Bea Roque

Ingredientes:
Para el bizcocho:

125 gr de mantequilla

275 gr de azúcar

2 huevos XL

290 gr de harina

1 cucharadita de levadura química

1 cucharadita de bicarbonato sódico

1/4 de cucharadita de sal

240 gr de buttermilk *

1 cucharadita de vinagre blanco

2 cucharaditas de extracto de vainilla

colorante rosa en gel o en pasta al gusto
* Si no tienes buttermilk, mezcla  240 gr de leche con 1 cucharada de zumo de limón, remueve y deja reposar. A los 5 ó 10 minutos, tendrá un aspecto como cortado que es lo que buscamos.

Para la crema de queso:

350 gr de azúcar glass tamizado

175 gr de queso crema tipo Philadelphia frío

175 gr de mantequilla a temperatura ambiente

unas gotas de aroma de vainilla incoloro (opcional) 
Para decorar: en una bolsa de congelación, mezclamos 100 gr de azúcar con colorante rosa y amasamos bien hasta que esté bien integrado.

Elaboración: 
Precalentamos el horno a 170º y engrasamos tres moldes de 15 cm. Mezclamos la buttermilk con el colorante rosa, el vinagre, el extracto de vainilla y  reservamos. Batimos la mantequilla con el azúcar. Agregamos los huevos y a continuación, vamos agregamos la harina mezclada con la levadura, el bicarbonato y la sal, alternando con el buttermilk. Repartimos en los moldes y horneamos unos 20-25 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. Dejaremos enfriar y desmoldamos con cuidado porque son muy delicados. Sí podéis hacerlos el día de antes y reservar en papel film, mejor.
Para la crema, batimos la mantequilla con el azúcar y cuando estén integradas, agregamos el queso crema y el aroma de vainilla si lo usamos.
Para montar la tarta, igualamos los bizcochos si fuera necesario. Rellenamos los bizcochos y cubrimos la tarta con una capa fina de crema que sujete las migas. Metemos en el frigorífico media hora y dejamos enfriar. Pasado ese tiempo, ponemos el resto de la crema alisándola con una espátula y decoramos con el azúcar coloreado. Para hacer el corazón yo usé un cortador de galleta como guía.

Espero que os haya gutado!

Besos,

Mari.